lunes, 2 de septiembre de 2019

Hacia una Evaluación Auténtica

Ya estamos cerrando el curso de Evaluación en Ambientes Digitales, y mirando hacia atrás puedo ver cuántas cosas he aprendido, y cuánto he cambiado mi concepción hacia lo que es la evaluación.
Como ya reflejé en entradas anteriores, al principio concebía a la evaluación como la instancia fundamentalmente de acreditación de saberes. Básicamente, porque confundía "evaluación" con "examen final o parcial". Pero esa es solamente una de las funciones de la evaluación, y no debería ser siquiera la más importante. Necesaria, sí, pero no principal. Me doy cuenta de que la evaluación debe acompañar a todo el proceso de aprendizaje, de inicio a fin, utilizando diferentes instrumentos,  y ser una vía de comunicación entre docentes y estudiantes en cuanto a las preguntas fundamentales que deben hacerse: "a dónde voy", "cómo estoy ahora", "cómo sigo". La famosa retroalimentación.

De lo contrario, tanto docentes como estudiantes, atravesamos el proceso de enseñanza y aprendizaje a ciegas (como la Sandra Bullock de la foto).

Hemos visto muchísimos instrumentos de evaluación diferentes, y espero poco a poco ir probándolos e incorporarlos en mis clases.
Mi gran desafío ahora es lograr evaluaciones auténticas. Analizando los exámenes que utilizamos en mis cátedras, me doy cuenta de que no estamos ni tan mal, ni tan bien.
Tenemos algunas preguntas sencillas, muchas preguntas de comprensión, una que otra pregunta genuina, y ninguna pregunta de metacognición.
Es claro que debemos aumentar la cantidad de preguntas de los dos últimos tipos. Sin embargo, esto debe venir acompañado por un trabajo durante el cursado acorde a este enfoque. Muchas veces, uno no se anima a innovar mucho en una instancia de examen, porque pensamos que esto puede poner al estudiante en una situación quizás perjudicial. Hay quienes opinan que en el examen se debe preguntar lo que se dio, ni más, ni menos, ni con diferentes palabras. Esto, claramente responde a un enfoque basado en contenidos y no en competencias.
Aquí les dejo mi prueba escrita, que elaboré para la actividad 10 en base a exámenes que hemos hecho en la cátedra, y en la cual traté de incluir preguntas de todos los tipos.
Por último, quería aprovechar para agradecer la experiencia de trabajo grupal a mis compañeras: Flor Pungitore, Ale Morant y Gabi Díaz. También a mi colega de cátedra y amiga Romina Calvo, por el placer que es trabajar con ella día a día y animarnos a ir incorporando nuevas modalidades en nuestras clases. Y por supuesto, a nuestra tutora Elisabeth Barroso por el apoyo y acompañamiento constante, y por sus valiosas retroalimentaciones.

¡A jugar!

Finalmente pude llevar a cabo la experiencia de Kahoot con mis estudiantes de Elementos de Cálculo 1 de FCEN. La usé como recurso para cerrar el tema de "Límites y Continuidad". Los estudiantes ya estaban avisados de que debían venir a clases con los contenidos repasados, para aprovechar mejor la experiencia. Me pareció una buena estrategia para hacer un repaso de contenidos, de manera divertida y desestructurada.
Bauticé el nombre del juego como "Al infinito, y más allá..." y utilicé el modo por equipos, por dos razones. Una, para limitar la cantidad de dispositivos conectados, ya que la conectividad en la facultad es escasa (aún así tuvimos problemas de conexión). Pero principalmente, para aprovechar la dinámica de trabajo grupal, en la que los estudiantes debatían acerca de la pregunta, y decidían la respuesta entre los integrantes del grupo. Yo misma observé cómo se explicaban las ideas entre ellos, agregando un plus pedagógico a la propia dinámica lúdica.
Aquí dejo algunas fotos de la experiencia:











Si bien los estudiantes mostraron interés en la actividad desde el principio, noté cómo la motivación iba en aumento conforme avanzábamos. Hice 15 preguntas en total, y al final estaban bastante "enganchados". Lástima que en la mitad tuvimos problemas de conexión, y dos de los grupos quedaron afuera de algunas preguntas. Por suerte, pudieron volver a conectarse para seguir el juego. La mala conexión en la facultad es un obstáculo que impide aprovechar al máximo este tipo de experiencias.
Al finalizar, les dimos un pequeño premio a los dos grupos con mayor puntaje (una bolsita con golosinas, que preparó la cátedra).
Cerré la actividad con la encuesta para conocer la opinión de los estudiantes. Les proyecté el código QR para que accedan ahí mismo al formulario.
Las respuestas fueron muy homogéneas: todos disfrutaron de la experiencia, la encontraron divertida y útil para repasar, la mayoría consideró que las preguntas estaban bien formuladas y todos le dieron el puntaje máximo a la actividad en sí. La gran mayoría tuvo problemas de conexión, pero fue el único inconveniente registrado. Todos manifestaron interés en repetir la actividad durante el cursado.
Por lo tanto, el balance de la actividad de Kahoot fue muy positivo.

Aquí les dejo la muestra de la encuesta realizada: